Cada 20 de marzo se celebra a nivel mundial el día de la Felicidad, no es casualidad que coincida este evento con la llegada de la primavera.
Muchos filósofos defienden que la felicidad es un estado mental pero también está demostrado que los factores ambientales pueden fomentar ciertos estados de ánimo, por eso, hoy vamos a repasar algunos consejos para que la decoración de nuestro hogar nos ayude a aumentar el optimismo.
Fomenta la luz natural: Está demostrado que ayuda a mejorar el estado anímico, evita la aparición del estrés, mantiene activas las defensas y regula los ciclos del sueño ayudando al descanso. ¿Cómo? Busca el predominio de colores claros en las paredes o en los muebles. Si te gustan las cortinas ponlas de tejidos finos para que guarden la intimidad de la estancia sin sumarla en las tinieblas.
Pon las cosas en orden: No hace falta vivir en una casa de revista, pero sí es necesario para reducir el estrés que cada cosa tenga su lugar y que su lugar sea agradable a la vista. ¿Cómo? Despréndete de lo que no usas (haz un ejercicio de realismo y deja a un lado el sentimentalismo), usa cajas para esconder los cables o las piezas pequeñas, esto ayuda a que visualmente todo se vea en orden aunque dentro exista el caos.
Hazle sitio a las plantas: Igual que la luz natural, está demostrado que las plantas ayudan a reducir el estrés. Las plantas oxigenan el aire reduciendo también el polvo y la sequedad haciendo el ambiente más confortable. Además, reducen la electricidad estática y los ruidos aunque sea ligeramente. Al igual que los tejidos, las plantas absorben las ondas sonoras por lo que el ambiente será más calmado.
Muestra tus recuerdos felices: Expón en paredes y estanterías tus momentos felices con familia y amigos o recuerdos de viajes y visitas que te gustaron. Tener a tu alrededor fotografías de las personas que quieres o recuerdos de momentos felices evocarán emociones positivas.
Crea espacios para las reuniones de amigos: Idea mobiliario que pueda convertirse en espacio extra para acomodar invitados.
Crea un rincón especial: Idea un espacio donde poder estar a solas contigo mismo, donde desarrollar tu hobby o estar tranquilo. Un rincón de lectura, una mesa de manualidades o una ventana junto a la que sentarse a escuchar música. Tú eliges y diseñas tu particular.
