La valoración de una vivienda es algo clave en una operación de compraventa. Y es que nadie se quiere quedar por debajo del precio óptimo, con la perspectiva de poder perder dinero. Ni mucho menos por encima de mercado, pudiendo espantar a los posibles interesados.
Entonces ¿dónde está el punto exacto y qué hay que tener en cuenta? Sin duda se trata de una pregunta compleja y no dispone de una sola respuesta. Es por eso que vamos a tratar de resolverla con detalle.
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Toggle¿Qué implica la valoración de una vivienda?
Una valoración inmobiliaria implica una metodología para otorgarle un valor a una propiedad. No obstante, dicho método debe tener en cuenta aspectos tanto generales como concisos. Además, de valorar tanto el interior como el exterior, la ubicación o las perspectivas del barrio en el que se encuentra.
En un principio, una valoración puede tener como finalidad solicitar una hipoteca o solo establecer un precio de venta para un inmueble. Y, en el primer caso, los parámetros a aplicar estarán marcados por una regulación pública que estandariza el proceso.
Es por eso que, no hacer una buena recogida de datos o no contemplar todos los aspectos puede suponer la no concesión de la hipoteca o una valoración menos objetiva.
Aspectos principales de una valoración
Dentro de todos los parámetros que comentábamos, algunos tienen una repercusión mayor que otros. Vamos a ver los principales.
La ubicación de la propiedad
Porque las diferentes zonas o barriadas determinan el valor de un inmueble. Solo tienes que hacer un ejercicio mental y pensar en las grandes diferencias entre los barrios más céntricos y comunicados, las zonas más humildes y las urbanizaciones con vigilancia propia.
Sin entrar en detalles de la vivienda, ya solo esta localización nos va a aportar pistas respecto al precio del metro cuadrado en unos y otros lugares.
El tamaño de la propiedad
Es obvio pensar que, si la tasación o valoración nos va a indicar un valor por metro cuadrado, a más metros mayor valor. Sin duda es importante que todos esos metros estén bien conservados o rehabilitados correctamente, pero a partir de los 90 o 100 m2 el valor sube.
El estado general de la propiedad
Porque es más difícil vender un inmueble para reformar y mucho más atractivo ofrecerlo en perfecto estado o para entrar a vivir. Los posibles interesados esperan que el desembolso que tendrían que hacer para dejar la vivienda habitable no afecte a su precio final.
Es decir, si un precio razonable de mercado para un piso son los 150.000 €, pero estiman que la rehabilitación de la misma subiría entre 50.000 y 60.000 €, nadie querría comprarla por encima de los 100.000 €. Eso supondría perder dinero con la operación ¿no te parece?
Por otro lado, si la vivienda se encuentra en una finca antigua o que precisa de una Inspección Técnica para valorar su habitabilidad, su valor podría verse afectado. Piensa que la vejez acorta su vida útil y su proyección.
Calidad de los materiales, instalaciones adicionales o distribución de la propiedad
Es decir, si se trata de una vivienda con acabados que vayan a tener un buen envejecimiento y con extras como pre instalación de aire acondicionado o calefacción.
También aporta valor que disponga de una distribución coherente y práctica. Como las que disponen de espacios abiertos, más luminosos y cómodos. Que tenga terraza, garaje o zonas comunes con piscina, por ejemplo.
Y no podemos olvidar las instalaciones porque a nadie le gusta que tengan que picar la vivienda entera para cambiar las tuberías o similar.
Otros detalles importantes
No podemos olvidar hablar de la luz, ya que a nadie le gusta vivir en una cueva o compensar una mala ubicación pagando un plus en electricidad para no tener una vivienda oscura.
El ascensor es importante cuando el piso está alto y no disponer del mismo va a hacerle un flaco favor al valor de venta o tasación. ¿Un quinto sin ascensor? No va a ser la propiedad más rentable.
El ruido o la calidad de aislamiento de la vivienda también es importante. Parte de esa información la tendremos en el certificado de Eficiencia Energética.
Y, finalmente, solo recordarte que una valoración oficial tiene una validez concreta y caduca seis meses después de su emisión. Pero en Futurpiso Paiporta podemos ayudarte a valorar tu vivienda y a destacar los aspectos claves que incidirán en dicha valoración. Ven a vernos.